El Hombre de Hielo
Contradictorio. Extremista . Raro.
¿Conoces esa sensación de que dos fuerzas invisibles tiren de ti en sentidos opuestos? Hasta que oyes los brazos chascar. Hasta que los codos saltan y sólo hay sangre y lágrimas.
Mierda. No sé ni qué coño estaba escribiendo.
No sé como hablar de las cosas que realmente son importantes, y cada vez que me despisto me sale poesía barata (a precio de saldo) por la boca en vez de la verdad.
El Hombre de hielo. Yo era el hombre de Hielo. Yo soy el Hombre de Hielo. Estos días le he visto a diario y hasta anoche no me di cuenta. ¿Cómo puedo haber sentido ese aliento frío en la nuca tanto tiempo y no haberme dado cuenta hasta tan tarde?
No sé ni lo que digo, pero sí se lo que quiero decir. No encuentro palabras.
Me paro. Miro el teclado. Tengo los ojos empañados y no entiendo muy bien porqué.
Me he estado asfixando en humo para no sentir. Me descubro vestido con una armadura de nieve que creía en el armario. Y ahora que empiezo a templarme, todo es raro. Incierto.
La vida acojona, pero tengo Fe.
Por Dios Bendito y Cristo llorando en los clavos, que tengo Fe.